viernes, 21 de febrero de 2014

Romeo y Julieta - Shakespeare

"Dame a mi romeo, y cuando haya de morir, divídelo en pequeñas estrellas. Hará el rostro del cielo tan hermoso, que todo el mundo se enamorará de la noche"

martes, 18 de febrero de 2014

Ya está en el aire, girando mi moneda...


El vaso con agua

Un psicólogo en una sesión grupal levantó un vaso de agua, todo el mundo esperaba la típica pregunta: ¿Está medio lleno o medio vacío? Sin embargo, preguntó:
- ¿Cuánto pesa este vaso?
Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos.
El psicólogo respondió: "El peso absoluto no es importante, depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo 1 minuto, no es problema, si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo, si lo sostengo 1 día, mi brazo se entumecerá y paralizará. El peso del vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, más difícil de soportar se vuelve."
Y continuó: "Las preocupaciones son como el vaso de agua. Si piensas en ellas un rato, no pasa nada. Si piensas un poco más empiezan a doler y si piensas en ellas todo el día, acabas sintiéndote paralizado, incapaz de hacer nada."

lunes, 23 de diciembre de 2013

15, al fin...

Soy esa, la niña que cree que hay vida después del final de una novela. La que cree en Algo, con A mayúscula. Y que aprendió que por mucho impulso que te des. por muy alto que llegues, no puedes dar una vuelta entera en una hamaca.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Lectora

Leer y no ser uno más de los personajes... identificarte con uno de ellos. Formar parte de él, sentir lo que siente. Recordar esos fragmentos de tu vida leyendo cada oración.
Es increíble lo que puede trasmitir una persona con solo letras. Cada escritor te transmite algo nuevo, algo positivo. Más que solo un libro más. Cada escritor me deja ese algo, que lo tendré presente en mí toda mi vida.
Yo seré lectora de muchos géneros, de muchos escritores. Seré fan de muchas sagas, adicta a cada uno de sus integrantes. Pero pocos de estos llegan marcarme. Es decir, a dejarme ese "algo".
Hoy leyendo "Las ventajas de ser invisible" descubrí un libro con el cual comparto miles de momentos. Su relato me lleva a recuerdos, tanto malos como buenos. Es un libro que, su título es solo un título, demuestra que lo que lleva a dentro vale la pena leerlo. Lleva a cualquier persona a creer o esperar algo, que finalmente es otra cosa.
Seguramente no soy la única que se siente identificada.
"Las ventajas de ser invisible" es un libro que empecé a leer hoy mismo, por la tarde. Lo agarré de vuelta hace unas horas y me queda unas 40 páginas para terminarlo. Y Charly (personaje principal y narrador) en ciertos momentos me recuerda a mi misma. No seré exactamente él, eso no lo dudo. Pero algo de él forma parte de mi o viceversa.
Es el día de hoy que no entiendo como una simple persona, juntando muchas letras, pueden lograr que muchas otras personas se sientan presentes en esos libros. Y aunque aquellas personas estén a miles de kilómetros de mi, y no sepan de mi existencia, sé que cada una de esas personas confían en que gente como nosotros. Como nosotros que leemos sus textos sin parar, y nos enamoramos cada vez más de ellos.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Capítulo 1

Fin. Otro libro, un mundo más que se termina. Y tres letras marcan ese final que tanto ansié. Cierro el libro y vuelvo a la realidad. A mi celular con 0 mensajes y a mi vida de todos los días. Ya es tarde para un libro más. Pero el sueño no está. Los ojos me laten e intento cerrarlos pero siento una molestia al hacerlo. Supongo que es la consecuencia de gastarlos tanto. antes de dormir pienso en el día de mañana. Otro día común. Escuela, casa. Pero mi imaginación lleva esos días comunes a un extremo. Ese extremo de cosas que uno imagina que nunca van a suceder. 
Estoy en mi casa, y mi madre me grita que cierre las ventanas. No sé lo que está pasando, pero le hago caso. Tengo miedo, mi hermana menor tiene miedo, mi madre también. Pero no sé qué pasa. 
Mi celular vibra, y comienza la canción que me despierta cada mañana. Empiezo a odiarla cada vez más, pero es imposible odiar algo que amas tanto. Como yo amo esa canción. Logro apagar la alarma e intento pensar que hoy va a ser un día mejor. Aunque sé que mis palabras no son mágicas, capaz digan la verdad. El baño logra relajarme, trato de ser breve con el tema. Yo soy de esas personas que creen que la tercera guerra mundial va a ser por el agua. Por eso me vuelvo loca cuando alguien deja abierta la canilla con el agua corriendo sin uso alguno. Mi madre dice que estoy loca. Yo pienso que es un modo de vivir mejor. Simón me mira con sus ojos redondos y verdes.
-Soy yo, Camila - Cuando se olvida quien soy y actúa como bobo lo odio. No sé qué tiene el mundo en contra mío para tener, justo en la puerta del edificio un ser así. Yo pienso que si sigue así, un día piensa que soy un desconocido que quiere entrar a robar. 
-Camila, 6 B, hola niña. - me mira como si fuera otra persona. - Buen día. Simón esta entre los 80 y 85 años, entre las nubes y el cielo, refiriéndome a su cordura, obviamente. No entiendo por qué a mí me toca un portero así. Sería un poco más normal mi vida si tendría un portero más joven, bueno, mas cuerdo en realidad. Me evitaría el chequeo de quien soy todas las mañanas. Un día perdí 5 minutos parada en la puerta, retenida por Simón. Quería recordar algo, que según él tenía que ver conmigo. Pero al final era sobre algo que le había dicho la hija sobre pirulo y bla bla bla. Conclusión, se me fue el colectivo, llegue tarde al colegio. "El colegio es una cárcel" diría mi hermana menor. Yo no lo veo tan así. Tan cerrado, tan oscuro y sombrío como lo ve ella. Lo veo como una escape de mi casa, pero que al mismo tiempo es otra cosa de la que quiero escapar. Pero tampoco es como dice mi hermana. El colegio es más soportable. Igual, cualquier lugar del mundo es más soportable que mi casa. Eso no lo dudo. 
- Camo! - escucho esa voz de cada mañana. Esa voz que nunca me canso de escuchar. Acompaña mi camino a clases todos los días. Y no es otro invento de mí.
- Ani! - Ese es su nombre. En realidad es Ana Dilplo. Tiene 15 años, vive a dos cuadras de mi casa y es mi compañera de banco. A parte, es mi mejor amiga.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Felicidad sobre la almohada

Después de un día largo
Llegar a la cama es un alivio
Cierro los ojos y siento
Ese tambalear del micro
En cada curva
Siento mi cuerpo que flota
Cierro los ojos
Abro, miro la hora
Solo pasaron 5 minutos
El sueño me consume
Poco a poco
Cierro los ojos, de nuevo.
Pienso
Recuerdo
Sueño
Abro, miro la hora
5:37
Sonrío
Todavía tengo tiempo
Para seguir soñando.